Superar el destino de la experiencia escolar
enfocado a la exclusiva trasmisión de conocimientos, datos, información, y procedimientos, a través de una visión
basada en educar desde un modelo en competencias, implica reconocer en las
familias una tácita influencia en la formación actitudinal y valoral de niños y
basada en educar desde un modelo en competencias, implica reconocer en las
familias una tácita influencia en la formación actitudinal y valoral de niños y
jóvenes. Si bien, desde la perspectiva de una acción escolar que contribuya al
desarrollo integral de sus destinatarios, la conciliación de intereses,
propósitos, metas y retos de los distintos agentes educativos es tarea en
vigencia. Por tanto, la intervención educativa hacia las
competencias parentales adquiere importancia frente a la acción curricular y
pedagógica.
Al respecto, Zabala y Arnau (2008), los
sistemas educativos debiesen tener obligación de garantizar un desarrollo pleno
a la ciudadanía; por tanto, los contenidos curriculares que no corresponden a
la escuela tradicional, deben ser imprescindibles para el bienestar social, y
de la población escolar, lo cual requiere de la adopción de medidas pertinentes
que conlleven al aprendizaje, compensando en lo posible, los déficits
familiares.
Si
bien el desempeño es el elemento y eje principal de la educación por competencias,
éste no debe concebirse ni ser producto aislado de la expresión de las
capacidades de una persona para dirigir y desarrollar actividades
significativas dentro de su vida en sociedad. Puesto que implica la autonomía para
seleccionar, ejercer y planificar sus propios recursos ante problemas diversos
que le exige resolver su rol de parentalidad.
Estudios
referidos en el presente marco teórico señalan como recursos de sistematización
para la educación de competencias parentales, a guías de valoración, escalas de
valoración y mapas de competencias.
Rodrigo,
Martín, Cabrera y Máiquez (2009) definen
como competencias parentales a intervenir para las familias en riesgo
psicosocial, debido a convivir inmersas en contextos de extrema violencia:
a)
Competencias
educativas. Relacionadas a la resilencia familiar; se refieren a la
organización de actividades de ocio con toda la familia, o la educación en
valores; también incluyen habilidades que permiten adecuar pautas educativas a
los hijos para realizar ajustes en sus capacidades de observación, sensibilidad
y reflexión.
b)
Competencias
de Agencia parental. Refiere a las formas en que los padres perciben sienten y
viven su rol parental como agentes protagónicos, activos, capaces y
satisfechos.
c)
Autonomía y desarrollo personal. Que implican también la búsqueda de apoyo
social.
d)
Vida
personal. Requerimientos para afrontar con mayor garantía de futuro, su propia
vida de adultos (Implican su propia historia, carencias afectivas, dificultad
para establecer relaciones de intimidad con la pareja, falta de habilidades
sociales, abandono prematuro de la escolaridad, opciones en el mundo laboral).
e)
Organización
doméstica. Alimentación saludable, administración de la economía doméstica,
limpieza y orden de la vivienda, cuidado de la higiene y de la salud de todos
los miembros de la familia.
Citan
otras experiencias para evaluación de familias en riesgo psicosocial, como lo
son la guía de competencias parentales
incorporado por el Departmente of Healt en Gran Bretaña (2000), la cual
comprende: Cuidados básicos; garantías de seguridad en la protección del menor;
calidez emocional; estimulación del menor; guía y límites al comportamiento del
menor; y estabilidad en sus vidas. Y el modelo cognitivo conductual para
intervención en situaciones de maltrato infantil diseñado por Azar y Cote (2002),
mismo que agrupa las distintas competencias parentales en las siguientes áreas:
Educativas; sociocognitivas; autocontrol; manejo del strés; y sociales.
Respecto
a experiencias en el ámbito de justicia y protección a las familias y a los
menores, citan a Reder, Luncan y Lucey (2003), quienes proponen la atención de
competencias parentales relacionadas a los ámbitos: Funcionamiento personal; de
rol parental; y de interrelación hacia los hijos.
A
su vez, Bayot, Hernández, y de Julián
(2005), proponen una Escala de Competencia Parental Percibida (ECPP-P), versión
para padres y madres, y sugieren por componentes para su análisis factorial:
1)
La
implicación escolar. Enfocada al grado de preocupación y participación de
padres y madres en el momento de dar respuesta a los aspectos escolares de sus
hijos.
2)
La
dedicación personal. Para evaluar en qué medida, padres y madres dedican
tiempos y espacios para conversar, explicar dudas, trasmitir valores y tener
presencia ante sus hijos.
3)
El
ocio compartido. Respecto a que si los padres y las madres planifican tiempo
libre para realizar actividades en las que participan todos los miembros de la
familia; o bien, si el ocio se destina a uso individual.
4)
Asesoramiento
y Orientación. Implica en qué medida padres y madres se han adaptado a las
circunstancias que conlleva el nacimientos de su(s) hijo(s).
Este
autor, a su vez, cita a Roa y del Barrio (2001) quienes llevaron a cabo la
adaptación del Cuestionario de Crianza Parental, para medir actitudes de padres
y madres hacia la crianza de los hijos, sugiriendo 8 subescalas: Apoyo; Satisfacción con la crianza; Compromiso;
Comunicación; Disciplina; Autonomía; Distribución del rol; y Deseabilidad
social. Así como a Lago y García (1998), creadores del Perfil de Estilos Educativos
(PEE), y a Ceballos y Rodrigo (1992), creadores del Cuestionario Situacional de
Metas y Prácticas Educativas.
Barudy
y colaboradores (2009) creadores del Programa Abriendo Caminos Chile Solidario,
sustentan el propósito de la educación a competencias parentales, desde un
enfoque sistémico-comunicacional; y proponen como sus principales componentes:
a)
Capacidades
parentales: Que se conforman a partir de la articulaciónd e fectores biológicos
y hereditarios, las experiencias vitales y el contexto sociocultural de los
agentes parentales. Clasificándolas en:
1.
Capacidad de apego; Referidas a los recursos
emotivos, cognitivos y conductuales de los padres para apegarse a los hijos.
2.
Empatía;
Capacidad de los padres para reconocer las manifestaciones gestuales y de otras
necesidades, que denotan estados de ánimo.
3.
Modelos
de crianza; Modelos culturales que se trasmiten transgeneracionalmente,
relacionados a la protección, educación y satisfacción de necesidades.
4.
Participación
en redes sociales y utilización de recursos comunitarios; conformación de redes
de apoyo que proporcionen y fortalezcan recursos para la vida familiar.
b)
Habilidades
parentales: Función nutriente; función socializadora; y función educativa.
En un contexto social diferente, Martínez González
(2009), del Ministerio de Sanidad y Política Social, para Oviedo España, en el
Programa Guía para desarrollo de competencias emocionales, educativas y
parentales, sugiere clasificar las
competencias de agentes educativos en: Competencias para la comunicación; la
toma de decisiones; la resolución de problemas y la gestión para la convivencia familiar.
Como
experiencias más cercanas al contexto mexicano, podemos referir los Mapas de
Competencias para agentes educativos, participantes del Programa de Educación
Inicial no Escolarizado (CONAFE, 2005); particularmente el creado para Adultos
encargados del cuidado y educación de los niños.
Respondiendo
a los propósitos y metas de la Educación Inicial, las competencias parentales
se clasifican en tres ejes o ámbitos; que a su vez, se desarrollan en
subámbitos, correspondiendo:
1)
Eje
prácticas de crianza: Cuidado y protección infantil; estimulación del
desarrollo personal y social infantil; estimulación del lenguaje y comunicación
infantil; estimulación de la exploración y conocimiento del medio.
2)
Eje
personal y social: Desarrollo socioemocional; comunicativas.
3)
Eje
desarrollo comunitario: Para su participación en grupos de trabajo.
En lo concerniente a la Educación
Especial, como ya se ha mencionado la experiencia más cercana se expresa en el
Mapa de Competencias Parentales elaborado por la USAER VII-30, con sede en la
ciudad de México, D. F. (Sin fecha), en el cual se ofrece la siguiente
clasificación:
EJES
|
COMPETENCIAS
|
De
desarrollo físico
|
-
Previene enfermedades físicas y
psicológicas desde la edad temprana.
-
Brinda cuidados médicos oportunos en
caso de enfermedad.
-
Promueve acciones que lleven a una vida
sana.
-
Fomenta la actividad en el tiempo libre
para beneficio de la salud.
-
Construye una sexualidad responsable que
garantice la satisfacción personal.
|
De formación y educación
|
-
Realiza demostraciones de aprobación e
interés ante los aprendizajes.
-
Ofrece alternativas de apoyo para el
aprendizaje.
-
Fomenta los valores que lo lleven a
relacionarse con su entorno de una manera armónica.
-
Brinda oportunidades de aprendizaje en
cualquier contexto.
|
De protección y cuidado
|
-
Evita enfrentamientos y/o resuelve
situaciones de riesgo en el centro escolar a través de la formación del
juicio.
-
Fomenta el uso adecuado y dominio del
mobiliario y el contexto urbano.
-
Orientan y supervisan experiencias
corporales de dolor, malestar y daño.
-
Realiza gestiones ante instituciones
sociales involucradas en los eventos específicos de riesgo o peligro.
|
De
desarrollo afectivo y emocional.
|
-
Crea una base segura a partir del apego
a sus cuidadores adultos en el entorno familiar.
-
Propicia y desarrolla el conocimiento de
lo que siente y de lo que causa en el devenir de su vida.
-
Impulsa la regulación y el control
emocional.
-
Entiende y facilita la necesidad que tienen
los niños para automotivarse ante los retos de la vida.
|