jueves, 3 de noviembre de 2011

De la multiculturalidad a la interculturalidad educativa.

 Corresponde a la antropología cultural la mayor aportación para el logro de dimensionar a la intervención educativa tanto en un enfoque de construcción multicultural como de intercultura, ya que el rico acervo respecto a la cultura escolar amplia el debate y las visiones de las políticas educativas, las relaciones laborales, las garantías y procedimientos jurídicos, las acciones educativas, y el impacto ecológico de ésta en el ámbito social; concatenando a todos los actores implicados con la misión de educar.

  Para Muñoz Sedano, 2001 (20) el movimiento de multiculturalidad es resultado de un fenómeno político y social en pro de reivindicar los derechos humanos y civiles, en especial de quienes pertenecen a grupos marginados por el desarrollo social, o que enfrentan discriminación social, sin participación democrática y ciudadana.

     Dicho sesgo en la participación social, requiere entonces de la educación intercultural, entendida para este autor, como el empeño de toda la sociedad, las instituciones, y sus miembros; comprendida así, como cohesión y renovación social.

     Este mismo autor, aporta un análisis de los diversos enfoques educativos que han permitido transitar del reconocimiento de la multiculturalidad a la educación intercultural, coadyuvando con ello a la comprensión de su paradigma como requerimiento de la inclusión escolar de personas con Diversidad Funcional,  y a la escuela como encuadre del currículum escolar que pretende en su visión, la  igualdad de oportunidades.

(20)
Muñoz Sedano, Antonio (2001) Enfoques y modelos de educación multicultural e intercultural.

1 Enfoque de asimilación. Para los defensores de este enfoque, la diversidad humana, a medida que avanza en su reconocimiento es concebida como amenaza a la
cohesión social. Son ejemplos de este enfoque: El segregacionismo y la educación compensatoria.

a)      Segregacionista. Esta tendencia en las experiencias de escolarización como alternativa para la Diversidad funcional, ha generado la creación de Escuelas de Educación Especial, bajo la visión de exclusión a las experiencias “Normalizadas”, con respaldo de las aportaciones de la pedagogía especial, y de la taxonomía clínica respecto a los déficits en las capacidades humanas. En dichas escuelas, los alumnos son educados con base a currículos especializados; con la fé de que ésta es la forma y el medio para que los alumnos sean beneficiados e integrados a la vida nacional y a su  sistema educativo, sin que se reconozca a la Educación Especial como un nivel de la educación formal.

b)      Compensatorio. Esta tendencia genera experiencias de escolarización en los niveles de educación formal básica. Los alumnos con Diversidad funcional son recibidos en la escuela, y como institución se recurre a su estigmatización al concebírseles  en grupos menos favorecidos para su desempeño ante el currículo escolar, adaptándose a lo que la escuela ofrezca para los alumnos denominados “Con Necesidades Especiales”; así, la Diversidad funcional, acoge en su población no sólo a personas con déficits motóricos, perceptuales e intelectuales de mayor severidad, sino que apertura a otro tipo de déficits en los procesos cognitivos, reflejados en los logros escolares, sobre todo, frente a la escritura, la lectura y al pensamiento matemático.

     A la vez, la escuela como institución, devalúa como determinantes a los contextos familiares y sociales en los que habitan las minorías étnicas, explicando a este factor como causal de las dificultades para el aprendizaje; pretendiendo sean beneficiados por los programas de educación compensatoria, e integrados a  la vida nacional, a través de la educación formal, con adaptaciones a su vida escolar.

     Ejemplo de estas experiencias, han sido la creación de los llamados: “Grupos integrados”; “Aulas de apoyo”, operativos en las escuelas primarias, mismos que se originaron en el Programa PAREB (Programa para Abatir el Rezago en la Educación Básica), y posteriormente, en el auge de la integración educativa; ésta última, acompañó la cuña del término “Necesidades Educativas Especiales”, al cual se añadió el estigma de la pedagogía especial y el paradigma médico, definiéndose según corresponda a la población minoritaria escolar, como: Alumnos con Necesidades Educativas Especiales, asociadas o no, a discapacidad.

        2 Enfoque integracionista. Reconoce la interdependencia entre las culturas;    con existencia de capacidad para confrontar e intercambiar comportamientos, normas e incluso valores, en condiciones de igualdad para la participación. Sin embargo, trata de crear una cultura en común, nacional, partiendo de la diversidad social.

     Basado en la idea de que los diferentes grupos, poblaciones o comunidades  con Diversidad funcional  tienen el derecho de recibir Educación Especial. Esta perspectiva provee el ambiente propicio  para sentimientos positivos hacia las diferencias culturales. Esta idea suena bien; sin embargo, la cultura dominante tiene un papel hegemónico, por medio del currículum escolar y la comprensión de éste por parte de sus actores.

     Ello se observa en las prácticas de la educación especial, que bajo este enfoque, pugnan discursivamente para los derechos a la integración educativa, a la igualdad de oportunidades, la reducción de estereotipos, la tolerancia,  sin soltar las amarras del paradigma médico y de rehabilitación, que llevan implícita la categorización y pronóstico de capacidades funcionales.  Son ejemplos de este    enfoque, el llamado Pluralista y el Antirracismo.

a)      Pluralista. Reconoce y acepta el derecho a la diferencia cultural; establece en la gestión y negociación la base para el intercambio entre las culturas; por lo tanto, los grupos minoritarios, requieren adquirir medios propios de comunicación, difusión, asociación, participación y manifestación pública, para resistirse a la asimilación.

Ello en la práctica se matiza por el interés de impulsar y organizar el trabajo de y con padres, partiendo de la visión de los especialistas de la educación especial, o de instituciones y disciplinas médicas.

b)      Antirracista. Tiende a articular programas que pretenden reducir los prejuicios y las actitudes racistas, a través de la sensibilización en los agentes educativos  y sus destinatarios, acerca de la asertividad, la tolerancia, y la resolución de conflictos.

En la vida escolar se presenta este enfoque en las estrategias para la integración escolar y áulica de alumnos con Diversidad funcional o de poblaciones minoritarias, cuyo propósito es promocionar el respeto y la aceptación de sus pares y de los agentes educativos; recurriendo a técnicas de modificación actitudinal, y de aprendizaje cooperativo.

Sin embargo, el problema social de la intolerancia, es visualizado de manera simplista, sin llegar a analizar las estructuras y factores que originan a la discriminación, incluyendo al racismo.

     3 ENFOQUES MULTICULTURALES:
 a)  Currículum multicultural. Este enfoque ofrece las modificaciones parciales o globales del currículum escolar para que sea adaptado a las condiciones culturales de la población menos favorecida, de acuerdo a la pauta cultural dominante. Las aportaciones de Banks, pedagogo norteamericano, formado en la Escuela de Chicago, están inmersas en este tipo de enfoque.

      Suponen que las personas de minorías étnicas obtienen resultados deficientes en la experiencia escolar por no ser utilizada su lengua materna, siendo diversas las estrategias, con un fin compartido, que aprendan la utilización de la lengua dominante y la de origen, para integrarlos a la cultura nacional.

     Permiten la comunicación en ambas lenguas, con o sin intervención escalafonaria del currículum escolar, en el supuesto de que coadyuva a la identidad personal, la confianza y seguridad de los alumnos de minorías étnicas; lo cual presumiblemente, le aperturará oportunidades laborales en las cuales se requiera el uso de ambas lenguas; lo cual le convierte en agente de aculturación para otros migrantes o poblaciones minoritarias.

     Ejemplo de este enfoque, son los programas biculturales y bilingües; los programas de transición; de mantenimiento de las lenguas maternas; y los programas de aditividad étnica.

          En nuestro país, el actualmente llamado Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, hace uso de este tipo de  programas y disposiciones en el currículo escolar; con adaptaciones pedagógicas que buscan la funcionalidad comunicativa de ambas lenguas; sin embargo, para la integración escolar de alumnos con Diversidad funcional, recurre a las prescripciones del currículo formal, el cual, como ya se ha hecho mención, recurre a la clasificación de las “Anomalías” con el referente de Necesidades Educativas Especiales; contribuyendo a ampliar la distancia entre la comprensión a lo diverso como parte de la etnicidad, y como parte de déficit y diversidad funcional.

     En los servicios de educación especial, principalmente en las USAER, las cuáles tienen por misión crear competencias para la educación básica, en personas con Necesidades Educativas Especiales, asociadas o no a discapacidad, se especifica como alumno con Problemas en el Ambiente Socio Familiar (PASF), a aquel que presenta deficiencia  curricular, por pertenecer a poblaciones menos favorecidas, tomando como referencia para ello, la “Normalidad” de los contextos, en base al criterio de los agentes educativos dentro de la institución escolar; el cual, aún es espacio de reproducción cultural para la homogeneidad.

    b) Orientación multicultural. Se avoca a vincular la identidad personal al desarrollo y preservación de identidad cultural en las personas, a partir de programas que fortalecen al autoconcepto y caracterización étnica.  
 
     Ejemplo de este enfoque son las intervenciones educativas en los  modelos de interactividad, y de tolerancia.     Los cuales promueven a ambos valores a través del currículo formal, en pro de conformar la ética ante la diversidad funcional, y la pedagogía de la diferencia.

     En la educación esta visión se ha traducido en la integración y  permanencia de personas con Diversidad funcional; su acceso a las aulas regulares, y su participación en el cotidiano y rutinas escolares; lo cual busca prioritariamente, experiencias de socialización.

     c) Competencias multiculturales. Se refiere al aprendizaje de movilizar, en respuesta a las situaciones diarias, competencias para comprender, adaptarse y funcionar “Adecuadamente” en la cultura mayoritaria, como en la minoritaria. Dichas competencias implican conocer las culturas de contacto; habilidades comunicativas, incluido el dominio de varias lenguas; y favorecer actitudes para la aceptación de diversidad cultural.
    
     El actual modelo educativo en México, está basado en este enfoque; traduciéndose a los pilares de la educación, en saber hacer, saber conocer, saber convivir, y saber ser.

           Por lo cual, las competencias definidas para hacer realidad en el desempeño de los alumnos, incluidos los pertenecientes a minorías sociales, y a quienes forman parte de la Diversidad funcional.

     4.Enfoque de Educación Holístico. De acuerdo a este autor, es sugerido por James A. Banks, en respuesta a la postura sociocrítica y a las deficiencias de la educación multicultural. Aboga por tanto, porque la escuela se implique en la experiencia de educación intercultural, visualizando de igual manera, la participación del alumnado en el análisis crítico acerca de la realidad social, así como en proyectos de acción orientados a luchar contra las desigualdades o asimetrías sociales.

     Propone para ello, crear un ambiente escolar facilitado por tutores de la enseñanza, con valores y actitudes democráticas; con normas que legitimen en su espacio a la diversidad cultural, étnica; con procesos de evaluación que promuevan el combate al racismo en pro del trato igualitario; con currículum  y materiales de apoyo educativo que contengan perspectivas étnicas y culturales, en concepto, aplicaciones y problemas; con pluralismo lingüístico formulado y valorado en el ambiente y espacio escolar; con respuesta a los estilos de motivación para el aprendizaje, considerando las diferencias de raza, clase social o etnia.

       Es en este enfoque en la que se ubica la Educación en y  para la Diversidad; misma
que enfatiza los valores de respeto a la Diversidad, como característica principalmente humana; así como el derecho a la equidad, insistiendo en la igualdad de oportunidades.

     Curiosamente, la Diversidad Funcional se asume de la misma manera que busca un trato igualitario, y a la vez, reclama un espacio de respeto a sus características específicas. A la vez, se suman la igualdad de oportunidades a población desfavorecida, descartando las distancias en la conceptualización resumida en: Alumnos con Necesidades Educativas Especiales, asociadas o no, a discapacidad.

     5. Enfoque de Educación Intercultural. Para esta postura, la Diversidad Cultural se reconoce como legítima; lo que está siempre presente en los programas escolares y en el  proyecto educativo, con el fin de desarrollar la capacidad de desempeñarse para la construcción conjunta de una sociedad con riqueza cultural en la Diferencia, no en su división, incluyendo así a todo el alumnado, no en particular al alumno de grupos inmigrantes.

     Ejemplo de este enfoque son los modelos de interacción, y de empoderamiento. Este último modelo puede ser descrito como reactivo. La retórica oficial establece que todas las diferencias tienen un importante rol en la sociedad y dirige al énfasis de la riqueza que las minorías pueden proveer. Una práctica bien conocida es la “acción afirmativa” la cual dá a los ciudadanos no pertenecientes a la cultura dominante  atención escolar de para participar en la comunidad.
     Para este autor, la Escuela Intercultural debe contener los siguientes principios pedagógicos:
a)      Formación y fortalecimiento escolar y social de los valores humanos universales.
b)      Reconocer en cada alumno, el derecho a educación diferenciada, con intervención educativa para la formación de su identidad personal.
c)      El reconocimiento a las diversas culturas y diversidad lingüística, fomentándolas en el currículo y cotidiano escolar.
d)     Atención educativa y respeto a las diferencias, sin etiquetar en taxonomías, a nadie.
e)      No segregación en los grupos escolares, apartados del aula y experiencia escolar.
f)       Lucha activa contra el racismo y toda otra manifestación de discriminación.
g)      Habilidades comunicativas funcionales para todos los alumnos, de manera interrelacionada.
h)      Prácticas de gestión, democráticas.
i)        Participación activa de los padres en la escuela.

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